Los refugiados en la conmemoración del 20 de junio

Fecha:

El 20 de junio la ONU conmemoró el Día Mundial del Refugiado, un momento oportuno para reflexionar sobre uno de los graves problemas que tenemos como Humanidad. De acuerdo a la ACNUR un refugiado es toda persona que, con temor fundado de ser perseguido por cualquier motivo entre los que destacan la raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un grupo determinado u opiniones políticas, se encuentra fuera del país de su nacionalidad o que no quiera regresar a su lugar de origen.

La ONU en su publicación con respecto a la conmemoración afirma que, cada minuto 24 personas huyen de la guerra o de cualquier atrocidad, tan sólo en los primeros meses de este 2024 eran poco más de 120 millones de refugiados en el mundo.

El refugiado debe adaptarse a un nuevo país y en la mayor parte de las ocasiones aprender un nuevo idioma, identificar reglas diferentes de convivencia social, asumir distintos roles sobre todo en el área laboral,

De acuerdo a las cifras oficiales el 69% de los desplazados huyen a un país vecino, sin embargo, un enorme porcentaje huyen a países extranjeros. La primera intención de los países que brindan asilo a los refugiados es buena porque parte del principio de salvaguardar la vida de niños y niñas, jóvenes, hombres y mujeres; pero la migración forzada para el refugiado implica un trauma.

El refugiado debe adaptarse a un nuevo país y en la mayor parte de las ocasiones aprender un nuevo idioma, identificar reglas diferentes de convivencia social, asumir distintos roles sobre todo en el área laboral, pelear contra la discriminación (porque esto existe para los migrantes refugiados en cualquiera de sus modalidades), adaptarse incluso a nuevos climas, ambientes, alimentación y formas de interpretar los usos y costumbres. Es un hecho que el migrante refugiado que ayer era un distinguido profesor o un connotado médico, hoy es un obrero o trabaja en servicios de limpieza en los países que le han dado asilo. Habrá historias excepcionales de refugiados exitosos, pero los programas para los refugiados en su mayoría les brindan empleos como mano de obra o jornaleros en empresas que demandan algún tipo de fuerza laboral; viven además con la incertidumbre que genera el saber que, una vez terminada la guerra deberán regresar a sus países.

El trauma de la migración forzada que padecen los refugiados es un trauma también para la sociedad que los recibe porque debe reafirmar sus derechos ante un Estado que genera posibilidades para los extranjeros en situaciones de violencia, pero estrecha las ventajas para los ciudadanos originales quienes deben de exigir ser considerados como primera opción en los empleos mejor remunerados. El arribo masivo genera problemas de saturación de servicios médicos, migración interna, se elevan los costos de alimentación, vivienda, transporte y se hacen más visibles las brechas sociales y económicas. Esta serie
de problemáticas plantean retos para los gobiernos que brindan asilo y deben marcarse en la agenda global. El asilo que se brinda a los refugiados debe ser visto como una oportunidad para generar una política económica digna y justa tanto para quienes brindan asilo como para quienes lo reciben.

Por @MauricioLeyva9

spot_img

Compartir noticia:

spot_img

Lo más visto