Un concierto de Bad Bunny en Atlanta estuvo a punto de convertirse en el escenario de un terrible crimen de odio, según un impactante informe. Un hombre de Arizona, identificado como Mark Adams Prieto, fue acusado de planear un tiroteo masivo durante el evento con el objetivo de incitar una guerra racial antes de las elecciones presidenciales de 2024 en Estados Unidos.
Las autoridades alegan que Prieto, motivado por ideologías racistas, buscaba atacar a un grupo de personas afroamericanas y pertenecientes a otras minorías durante el concierto del artista puertorriqueño, creyendo que este sería un escenario ideal para generar un gran impacto y caos debido a la alta concentración de asistentes.
Prieto, quien ya tenía antecedentes de violencia armada, fue detenido por el FBI en mayo de este año luego de una investigación que lo involucró en la compra y venta ilegal de armas de fuego. Según los documentos judiciales, el acusado incluso intentó reclutar a un agente encubierto del FBI para que lo ayudara a perpetrar el ataque, discutiendo detalles como el tipo de armas que usaría y la logística del crimen.
Afortunadamente, gracias a la intervención oportuna de las fuerzas del orden, este terrible plan no se llevó a cabo. Prieto enfrenta cargos federales por tráfico de armas de fuego, transferencia de armas para ser utilizadas en un crimen de odio y posesión de armas no registradas. De ser declarado culpable, podría enfrentar una pena de hasta 15 años de prisión por cada cargo relacionado con el tráfico de armas y la transferencia de armas para un crimen de odio, además de una multa de hasta $250.000. La posesión de armas no registradas conlleva una pena máxima de 10 años de prisión y una multa de $250.000.
Este caso pone de relieve el peligro real que representan los crímenes de odio y la violencia armada en la sociedad. Es crucial que las autoridades continúen trabajando para prevenir este tipo de actos y que la población se mantenga alerta ante cualquier señal de comportamiento sospechoso.