Acapulco, en sus días dorados de los años 60 y 80, era un lugar donde los sueños
se volvían realidad. Las playas doradas y las noches interminables atraían a
visitantes de todo el mundo. Celebridades como Elvis Presley, Frank Sinatra e
incluso el presidente John F. Kennedy paseaban por las calles y playas, añadiendo
un toque de glamour a la ciudad. Era un lugar donde la música en vivo y la
sofisticación eran la norma.
Sin embargo, como en muchas historias, Acapulco también tiene su lado oscuro.
Recientemente, el huracán Otis azotó la ciudad, llevándola de la belleza al caos en
cuestión de horas. La devastación fue abrumadora, con daños a inmuebles,
inundaciones y miles de personas afectadas.
Este contraste entre los momentos de gloria y los desastres naturales resalta la
importancia de la previsión para desastres naturales. Mientras que Acapulco
experimentó su época dorada, quizás no se preparó lo suficiente para hacer frente
a la ira de la naturaleza. La inversión en medidas de previsión, como seguros para
propiedades y fondos de desastres naturales, habría ayudado a la ciudad a
recuperarse más rápido de los desastres naturales y a mitigar el impacto económico
y social.
El mal, el daño y la fuerza de la madre naturaleza ya está hecho, las pérdidas
humanas son irreparables, estancarse poco ayudará y si bien la solidaridad
mexicana ha estado presente día a día desde el primer día posterior al siniestro, la
recuperación económica de Acapulco es prioridad.
Debemos tener en cuenta un punto importante, Acapulco no empezará de cero la
diversificación de su oferta turística aunque sus playas son el atractivo principal, la
ciudad puede desarrollar otras actividades y atractivos, como el turismo cultural,
ecológico y deportivo. Esto garantizará una mayor estabilidad económica,
reduciendo la dependencia de un solo segmento turístico, de manera positiva un
RESET para que la gran joya turística de México renazca como fenix.
Una estrategia de recuperación económica efectiva implica una fuerte inversión en
promoción y marketing. Acapulco debe enfocarse en resaltar sus atractivos y en
transmitir un mensaje de seguridad y hospitalidad a los visitantes, no es una tarea
fácil pues ya en esta ocasión los turistas se vieron afectados ante la falta de
prevención y atención al cambio de tormenta tropical a huracán de Otis.
Las redes sociales, campañas publicitarias y la colaboración con agencias de viajes
pueden desempeñar un papel crucial en la revitalización de la industria turística.
Mejorar la infraestructura turística es fundamental para atraer a visitantes. Esto
incluye la modernización de hoteles, restaurantes, carreteras y aeropuertos. Una
infraestructura de calidad es esencial para garantizar una experiencia turística
agradable y segura.
El gobierno local, estatal y federal debe promover un ambiente favorable para la
inversión en la industria turística. Ofrecer incentivos a empresas y desarrolladores
que deseen invertir en Acapulco puede acelerar la recuperación económica.
La recuperación económica no debe comprometer la belleza natural de Acapulco.
Promover prácticas turísticas sostenibles y la protección del entorno es esencial
para mantener el atractivo de la ciudad a largo plazo. La calidad del servicio es
crucial para atraer y retener a los turistas. Invertir en la capacitación de trabajadores
del sector turístico en áreas como atención al cliente, idiomas y cultura es esencial.
Establecer alianzas con empresas y gobiernos extranjeros puede impulsar el
turismo internacional a Acapulco. La cooperación con líneas aéreas, agencias de
viajes y gobiernos extranjeros puede generar un aumento en el flujo de turistas
internacionales.
Acapulco tiene el potencial de recuperarse y volver a ser un destino turístico de
renombre. Sin embargo, esto requerirá una estrategia integral que aborde tanto la
previsión para desastres naturales como la recuperación económica. El equilibrio
entre la belleza natural, la seguridad y la diversificación será clave para el
renacimiento de esta icónica ciudad mexicana.
Si de algo estoy seguro es que en México no se abandona a un hermano en apuros
en medio de las luces deslumbrantes y las sombras de la adversidad en Acapulco,
siempre ha brillado la solidaridad inquebrantable de la comunidad mexicana.
Cuando la tragedia golpea, los corazones se unen y las manos se extienden para
ayudar a quienes más lo necesitan. En estos momentos difíciles, el espíritu de
solidaridad se hace aún más evidente, recordándonos que, aunque la naturaleza
puede ser implacable, la humanidad tiene la capacidad de unirse y reconstruir lo
que se ha perdido. Acapulco se levantará nuevamente, y la generosidad y
compasión de la gente, que no conoce límites, serán las herramientas para restaurar
su esplendor. Como mexicanos, esta solidaridad es una parte fundamental de
nuestra identidad y un faro de esperanza que nunca se apaga, incluso en los
momentos más oscuros,puedo estar convencido que un día a la vez la sinergía de
su gente, el apoyo de su gobierno y empresas no dejarán a Acapulco “En el Olvido”
Por: José Iván Del Villar González