El secuestro del padre del futbolista colombiano Luis Díaz, perpetrado por el Ejército de Liberación Nacional (ELN), ha desatado una ola de condena y cuestionamientos sobre la verdadera intención de este grupo insurgente en el proceso de paz en Colombia. Los recientes acontecimientos, sumados a la revelación de una presunta «planeación de al menos cinco meses» por parte del ELN, han colocado a esta organización al borde de un escrutinio aún más riguroso.
El 28 de octubre, en una tranquila ciudad de La Guajira, Colombia, la vida de Luis Manuel Díaz y Cilenis Marulanda, padres del reconocido futbolista, dio un giro dramático. Abordados por delincuentes, la madre fue liberada, mientras que el padre fue raptado en motocicleta, desencadenando una búsqueda angustiosa y especulaciones incisivas sobre las motivaciones de este violento acto.
En su comunicado, el ELN alegó desconocer la identidad de la víctima, afirmando que liberaron al señor Díaz cuando se percataron de su relación con el jugador del Liverpool. Esta justificación, sin embargo, no ha logrado apaciguar la indignación general, especialmente tras la filtración de un informe confidencial de la revista Semana, que puso en duda la versión oficial del grupo guerrillero.
Según la publicación, el secuestro fue meticulosamente planeado durante meses, con los captores estudiando meticulosamente los movimientos de su víctima. El objetivo era ejecutar el acto justo antes de las elecciones regionales, para aprovechar la distracción de las fuerzas de seguridad. Esta revelación ha reavivado las críticas hacia el ELN y ha planteado serias interrogantes sobre la integridad del proceso de paz en el país.
El presidente Gustavo Petro, anteriormente reservado en sus comentarios, condenó enérgicamente la acción, advirtiendo sobre las peligrosas circunstancias que enfrenta el señor Díaz. La falta de pruebas de vida y la aparente falta de voluntad por parte del ELN para garantizar su liberación han generado aún más escepticismo sobre la sinceridad del grupo en sus esfuerzos por la paz.
En medio de este panorama tenso, el coronel Giovanny Montañez, director del GAULA, aseguró que las operaciones de búsqueda continúan, ofreciendo una recompensa sustancial por cualquier información relevante que pueda ayudar en la localización del padre de Díaz. Mientras tanto, el ex presidente Álvaro Uribe Vélez, expresó enérgicamente su rechazo a la situación, señalando la presunta conexión del ELN con Venezuela, lo que ha suscitado nuevas preocupaciones en la región.
Con la incertidumbre en aumento y las críticas crecientes hacia el ELN, la sociedad colombiana aguarda con ansiedad el desenlace de este penoso episodio, mientras las autoridades continúan desplegando esfuerzos para garantizar la seguridad y el bienestar del señor Díaz y de todos aquellos afectados por este acto de violencia injustificable.
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