Madonna, la legendaria cantante conocida por sus elaborados shows y su actitud desafiante, se encuentra nuevamente en el centro de la polémica. Esta vez, la artista enfrenta una demanda colectiva por iniciar sus conciertos del «The Celebration Tour» con retrasos considerables, en algunos casos hasta dos horas después de la hora anunciada en las entradas.
Dos fans, Michael Fellows y Jonathan Hadden, decidieron emprender acciones legales contra Madonna, Live Nation (la promotora del tour) y el Barclays Center (escenario de algunos de los conciertos en Nueva York) alegando «prácticas comerciales intolerables, injustas y/o engañosas».
Según los demandantes, tanto la publicidad como las entradas de los conciertos indicaban que el show comenzaría a las 8:30 pm, pero en realidad Madonna no subió al escenario hasta pasadas las 10:40 pm. Esta situación, afirman, les provocó molestias, daños y perjuicios, ya que algunos incluso tuvieron que irse antes de que terminara el concierto por compromisos previos o por el largo tiempo de espera.
Ante la demanda, Madonna no se ha quedado callada y ha presentado su propia defensa. A través de sus abogados, la cantante argumenta que «sus verdaderos fans saben cómo funcionan mis conciertos… es decir, llego tarde, y la hora que aparece impresa en las entradas para el concierto NO es una indicación de cuándo subirá realmente al escenario».
Algunos críticos de la artista han interpretado esta táctica como una forma de evitar pagar reembolsos o compensaciones a los fans afectados por los retrasos. Argumentan que si Madonna promociona un horario de inicio específico y luego lo incumple reiteradamente, debería ser responsable por las molestias causadas.
