La vida comienza a recobrar su ritmo en algunas áreas del emblemático puerto de Acapulco, tras la destrucción causada por el huracán Otis. Aunque la mayoría de los hoteles aún no pueden ofrecer servicios debido a los estragos causados por el fenómeno natural, se están dando pasos para la recuperación de la ciudad.
Servicios en proceso de restablecimiento:
- Algunos restaurantes y comedores comunitarios han comenzado a ofrecer alimentos de manera gratuita a la comunidad local.
- Una sucursal bancaria ha reiniciado operaciones en sus cajeros automáticos, aunque la mayoría de ellos fueron vandalizados y siguen cerrados o con daños significativos.
- La Guardia Nacional ha asumido la vigilancia y el control de las gasolineras del puerto, poniendo fin al robo de combustible y la venta a precios exorbitantes, lo que ha permitido que los consumidores no enfrenten filas interminables.
- Pipas de Petróleos Mexicanos (Pemex) han reanudado el abastecimiento de combustible a las estaciones que están prestando servicio en la zona hotelera y en las colonias periféricas, evitando que los residentes tengan que desplazarse a Chilpancingo para llenar sus tanques.
Ayuda humanitaria y limpieza:
- Plantas purificadoras de agua están surgiendo en varios puntos de la ciudad, y los habitantes de la zona urbana pueden acceder a agua potable de forma gratuita.
- Las fuerzas armadas y la Secretaría de Marina (Semar) están llevando despensas, agua y suministros a las comunidades alejadas, donde los residentes enfrentan dificultades para obtener alimentos y agua.
- La limpieza de las calles está en marcha, con la participación de trabajadores de la Secretaría de Obras del Gobierno de la Ciudad de México, en colaboración con el Ejército, la Guardia Nacional y la Semar. Se están realizando esfuerzos para recuperar la belleza de las áreas afectadas, aunque la destrucción de palmeras y otros elementos naturales es evidente.
Recuperación en Punta Diamante:
- En Punta Diamante, los empleados de los hoteles están trabajando en las labores de limpieza y retirada de materiales, a pesar de las impactantes escenas de construcciones dañadas y ropa de cama colgando de ventanas destrozadas.
- El mercado de artesanías y ropa cerca de los hoteles de Punta Diamante fue arrasado, dejando a los comerciantes devastados por la pérdida de sus locales y mercancía.
- Las playas que solían albergar palapas y suites para disfrutar de hermosos amaneceres y atardeceres ahora están vacías, llenas de escombros y daños significativos. Sin embargo, algunos visitantes ya se aventuran a caminar por la arena y disfrutar del mar.
La recuperación de Acapulco será un proceso largo y desafiante, pero la solidaridad y el esfuerzo conjunto de la comunidad, las autoridades y las fuerzas armadas están marcando un camino hacia la reconstrucción de esta icónica ciudad costera.
Por: Ingrid Castillo